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Aerosoles

Aerosoles: qué son y qué efectos producen

Según la RAE, los aerosoles son una suspensión de partículas ultramicroscópicas de sólidos o líquidos en el aire u otro gas.

Dicho de otro modo, son un sistema coloidal obtenido por dispersión de sustancias sólidas o líquidas en el seno de un gas. Las partículas en suspensión pueden ser líquidas, tal y como ocurre con la niebla, o sólidas, por ejemplo humo y polvo.

Además, se denomina de igual forma al recipiente o envase dotado con este sistema para contener y emitir aerosoles.

En los años 70, se supo que las partículas de ciertos aerosoles dañan la capa de ozono. Se adoptaron medidas para paliar este problema a nivel internacional a través del Protocolo de Montreal. Desde entonces ha mejorado enormemente el estado de la capa de ozono.

Aerosoles: algunas clasificaciones de referencia

Estas partículas en suspensión están en la atmósfera en grandes cantidades. El concepto aerosol forma parte de nuestro día a día. Existen infinidad de aerosoles que nos son familiares como un bote de desodorante o de pintura para graffitis. Son un par de ejemplos de los muchos existentes.

Según su origen, conviene diferenciar entre naturales y artificiales. A continuación se proponen algunos ejemplos:

  • Naturales: la calima, las erupciones volcánicas o la sal marina.
  • Artificiales: los procedentes de los tubos de escape, las emisiones en forma de humo de las fábricas, los insecticidas, los espráis de uso cotidiano, como la laca, etc. Son todos aquellos que dependen de la actividad humana. Cualquier persona puede contribuir a reducir el exceso de aerosoles de este tipo.

La propagación del aerosol

Los aerosoles son partículas en suspensión que aparecen mezcladas con el aire de la atmósfera que respiramos. Las gotas mayores caen rápidamente al suelo, pero las de menos de 5 micras se mantienen flotando.

Los humanos inspiramos habitualmente estas partículas suspendidas. Igualmente, cuando tosemos o hablamos, las devolvemos al medio exterior. La calidad del aire queda afectada cada vez que se emite un aerosol. La presencia de éstos, aunque sean de orígen natural, también repercute negativamente.

Los aerosoles y el medioambiente

Desde un punto de vista medioambiental, las partículas que emite un aerosol quedan suspendidas en el aire. Los humanos, los seres vivos, la naturaleza en su conjunto quedan expuestos a su contacto e inhalación.

Todos ellos generan partículas líquidas o sólidas que flotan en un medio gaseoso, el aire, y lo modifican y/o contaminan. Sus efectos afectan a todos los seres vivos. Numerosos estudios concluyen que no es este el único efecto ambiental inadecuado que producen; de hecho, influyen negativamente en el clima global.

Aerosol y contaminación

Cada aerosol es un contenedor de líquidos presurizados que:

  • Se envían a la atmósfera a modo de partículas que van a permanecer en suspensión en el ambiente.
  • Una parte del producto queda dentro del envase al ser desechado tras el uso, ya que no se ha descargado totalmente. Es necesario, por ello, implementar procesos idóneos para su eliminación.

La capa de ozono, el manto que protege la Tierra de la radiación ultravioleta, se ha visto en el pasado amenazada por la emisión de gases contaminantes, muchos procedentes de alguna clase de aerosol. La capa de ozono se está recuperando gracias a las medidas adoptadas que han conseguido reducir el agujero detectado hace décadas.

¿Por qué contamina un aerosol?

Los aerosoles incluyen compuestos orgánicos volátiles (COV), que son contaminantes. En primer lugar, ciertos COV son destructores del ozono por tanto afectan al fenómeno de disminución de la capa de ozono.

También son responsables de dañar de forma directa la salud, a través de las vías respiratorias. Pueden producir irritación ocular, problemas respiratorios, etc. A largo plazo pueden causar daños en el hígado, el riñón o el sistema nervioso central. Algunos pueden resultar cancerígenos. Además, son liposolubles por lo que se pueden acumular en las grasas de los organismos vivos.

Por otro lado, en niveles bajos de la atmósfera, en conjunto con los óxidos de nitrógeno al entrar en contacto con la luz solar pueden reaccionar formando ozono, (ozono troposférico). Además, pueden continuar las reacciones fotoquímicas, formándose el smog o niebla fotoquímica, un elemento tóxico.

Las consecuencias del smog son nocivas para la salud ya que provoca la irritación de vías respiratorias, alergias, etc. Pero esta capa de contaminación además puede generar un “efecto invernadero”, aumentando las temperaturas en la zona.

Aerosol y clima, una influencia negativa

Constantemente se van identificando las influencias negativas de los espráis en el medio ambiente y en el clima. Estos son algunos de sus efectos:

  • Genera una contaminación ambiental que puede ocasionar problemas respiratorios.
  • Las partículas de humo absorben la radiación infrarroja emitida por el suelo. Su temperatura aumenta y, al quedar en suspensión, las partículas calientan el aire circundante. Al mismo tiempo, se produce una interferencia en la llegada de la luz solar, lo que deriva en una reducción de la temperatura del suelo.

En resumen, ¿cuál es la influencia contaminante del fenómeno aerosol en el medioambiente?:

  • Producen alteraciones en la composición de la atmósfera.
  • Tienen influencia en los procesos de intercambio de energía en la atmósfera, produciendo desequilibrios en el balance energético y afectando a la temperatura media global.
  • La presencia de aerosoles genera un enfriamiento generalizado debido a la reducción de la radiación solar incidente que llega hasta la superficie terrestre.
  • El aire pierde pureza a causa de las pequeñas partículas en suspensión en altas concentraciones, por tanto disminuye la calidad del aire. Es negativo para la salud humana, tanto a corto como a largo plazo) y reduce la esperanza de vida.

Cómo compensar su influencia negativa

Minimizar el uso de los aerosoles es el primer paso ineludible. Para ello se debe recurrir a posibles alternativas: por ejemplo, los desodorantes en barra frente a los de espray.

En el plano doméstico, dentro del consumo individual, es fundamental la concienciación personal, así como el posicionamiento del consumidor. Si optan por otras opciones, los productores se verán impulsados a reducir el uso de aerosoles. En paralelo a elegir alternativas para reducir la contaminación, hay que apostar por su reciclaje.

Cómo se recicla un aerosol

Cada vez más empresas y organizaciones se dedican a esta práctica. De hecho, muchos de estos espráis se están produciendo ya con envases de metal reciclado. La Unión Europea lo tiene muy claro: cualquier aerosol o espray debería ser reciclado.

El punto de partida básico para reciclarlo es la separación. Hay que dejar los espráis domésticos en el contenedor amarillo. Ahora bien, cuando están parcialmente llenos son productos extremadamente inflamables, por tanto han de ser depositados en puntos limpios u otros lugares especiales de recolección.

Una vez en la planta de tratamiento, se vacían y se separan por colores para optimizar el uso de sus colorantes. A continuación se rompen, se trituran o se funden en trozos diminutos, antes de lavarlos y dejarlos en remojo para eliminar las impurezas. El proceso se completa con un secado y un centrifugado sucesivos.

Tanto el metal como el vidrio obtenidos suelen utilizarse para hacer otros envases. En cuanto al plástico, su reciclaje es muy variado, incluso llega a formar parte de textiles sintéticos.

Sea como sea, todos debemos concienciarnos para reducir el uso de aerosoles e impulsar su reciclado en la mayor medida posible.